Soft is the new Hard. O por qué las Soft Skills son las nuevas Hard Skills.

Las Soft Skills están de moda.

¿Sabes cuáles son? Son todas las competencias humanas, sociales, de creatividad, flexibilidad, comunicación, trabajo en equipo, etc, que te harán destacar cuando tengas que competir con otra persona con las mismas “hard skills” que tú.

¿Qué son las Hard Skills? Las “habilidades duras”, tus conocimientos y experiencias profesionales, lo que sueles reflejar en tu curriculum visible, vamos: los programas que manejas, los títulos que tienes y los hitos laborales alcanzados. Son las competencias técnicas que se supone que serán suficientes para llevar a cabo un determinado trabajo con éxito.

Pero ¿por qué hablamos de habilidades blandas?

Este naming me recuerda a algo tan desafortunado como en su momento lo fue hablar de “el sexo débil”.

Da la casualidad de que las mujeres suelen tener ventaja en estas habilidades llamadas Soft Skills. ¿Será por eso que empezamos a valorarlas, pero “sin pasarnos”?

Hablar de duro y blando, jerarquiza las dos tipologías de habilidades – como si de unas pudiéramos prescindir y de otras no.

Yo creo que las “habilidades blandas”, las que no se pueden ver claramente reflejadas en un curriculum ni en diplomas, son la clave.

Cuando tuve que seleccionar colaboradorxs para mi departamento, de manera espontánea me enfoqué mucho más en las Soft Skills que en las Hard Skills. Había profesionales con más años de experiencia y más títulos que sin embargo no me transmitían por su manera de hablar, pensar y actuar, la misma energía, pasión, amabilidad, capacidad de escucha e inquietud intelectual que otrxs, con bastante menos “logros oficiales” de los que presumir. Aposté por las personas con más “brillo”, aunque implicara enseñarles más sobre el trabajo en sí.

Y sinceramente siempre fueron grandes fichajes. Por supuesto hay un factor suerte, pero confío plenamente en esta teoría: la calidad humana ofrece mayores garantías de éxito que la cantidad de conocimientos técnicos.

Más que nada, porque la parte técnica es más fácil de aprender que las Soft Skills.

Alguien incluso podría pensar que las habilidades blandas son innatas o dependen de todo tu recorrido personal, sin posibilidad de mejorar nada. En plan, si es “buena persona”, lo es, y si no, nada. Lo cual sería un poco condena y un poco justificación, en plan “yo soy así”. Tampoco lo creo.

Sí, se puede evolucionar. Todo ser humano es un proceso, un proyecto en desarrollo, perfectamente imperfecto. Lo más complicado es darse cuenta de ello, aceptarlo y actuar a partir de esa verdad.

Quien invierte en su lado humano es quien tendrá más probabilidades de ser esx líder y compañerx de trabajo que cualquiera quisiera tener a su lado.

Se dice que las Soft Skills solo se adquieren en la vida diaria y que permiten a las personas integrarse con éxito en los ambientes laborales. En realidad las Soft Skills se adquieren (practican y mejoran) en cualquier lugar de tu existencia y son las que te permiten integrarte con éxito en la vida en general.

La distinción entre personal y profesional es otro asunto a debatir: lo profesional es personal. Por muchas pantallas que utilices, terminarás trabajando con humanxs y para ellxs. Te conviene saber cómo relacionarte contigo y más seres humanos, si quieres sentirte bien y hacer sentir bien a lxs demás, porque ese bienestar es la base de cultivo de un entorno altamente productivo e inspirador, el clima que todas las empresas quieren y necesitan para alcanzar su mejor versión.

Puedo admitir con menor recelo que las habilidades humanas se llamen “blandas” si las comparamos con el bambú, el material-símbolo de un verdadero éxito: la flexibilidad te permite sobrevivir a los cambios, como el bambú cuando se dobla con el viento y vuelve a su lugar, mientras la rigidez – aparentemente más segura – te condena a romperte ante nuevos desafíos. En este sentido, las Hard Skills podrían ser un magnífico objeto de cristal, un trofeo testigo de logros pasados, que algún día se podría caer y romper en mil pedazos (porque la sociedad/empresa ya te pide otros conocimientos muy diferentes – esto ha pasado y seguirá pasando con la «transformación digital»). No te agarres a ese trofeo: cultiva tus Soft Skills.

Con la llegada de las máquinas, o mejor dicho su sofisticación exponencial, todos los trabajos mecánicos se ven en peligro: lo automatizable, será automatizado. La humanidad debe volver a lo que realmente la distingue de su prolongación, la máquina. La máquina, por muy avanzada que sea, debería quedarse en su esencia: una herramienta a nuestro servicio, un instrumento para reducir coste y tiempo, acelerando tareas diseñadas por la humanidad y para su bien.

Los humanos no somos máquinas ni deberíamos aspirar a serlo. Las máquinas no son humanos, ni deberían aspirar a serlo. Aquí se abriría otro gran dilema filosófico que dejaré de lado ahora 😉

Si tomamos consciencia del entorno VUCA y de cómo las máquinas remplazarán muchos de nuestros trabajos, lo que sí urge es reconocer y potenciar nuestras capacidades estrictamente humanas: la introspección, la creatividad, la empatía, la capacidad de cuestionarnos, reír, querernos, disfrutar…

«No me seas blandx», apuesta por tus Soft Skills.

Las Soft Skills son las nuevas Hard Skills.

#softskills #VUCA #talento

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