Okay, te sabes la teoría del Design Thinking. Te han contado que es un proceso creativo colaborativo y que consta de 5 fases, donde se alternan momentos divergentes y convergentes: empatizar, definir, idear, prototipar y testear.
¿Pero cómo funciona realmente? ¿Por dónde se empieza? ¿Quién participa? ¿Qué tipo de desafíos se pueden abordar con esta metodología de innovación?
En la red nos solemos topar con ejemplos ficticios de Design Thinking y un par casos célebres de marcas internacionales, relatados a grandes rasgos. ¿Pero qué pasa con los detalles? ¿Cuáles fueron las clave que les llevaron al éxito en la aplicación de la metodología? ¿Y si quisiéramos escuchar una referencia más cercana en el tiempo y en el espacio?
Hoy te traigo un caso real de Design Thinking que he vivido en primera persona como consultora de innovación y facilitadora de talleres. Quiero compartirte esta historia de un cliente en Madrid y los pasos de nuestra colaboración, desde que detectamos la necesidad de resolver ciertos problemas estratégicos de manera diferente, hasta llevar a cabo la experiencia de diseño y plasmar 5 soluciones originales como resultado final. Espero que puedas encontrar alguna respuesta más a tus dudas sobre Design Thinking y la inspiración para animarte a probarlo.
Aquí va el vídeo resumen sobre el caso práctico de Design Thinking:
Y si quieres ver la grabación de la Masterclass completa (explicación más preguntas y respuestas), haz click aquí.
¿Te interesaría abordar tus retos desde una perspectiva radicalmente distinta?
¿Quieres apostar por la inteligencia colectiva y los talentos diferentes de tu equipo? ¿Buscas empatizar con tu cliente y aterrizar las ideas con agilidad?
¿Te apetecería vivir la experiencia del Design Thinking?
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