El proceso de cambio: las cuatro habitaciones

La «Teoría de las 4 habitaciones del cambio’» fue desarrollada en el año 1975 por el psicólogo sueco Claes F. Janssen y describe de manera clara las etapas principales por las que transitamos a la hora de vivir un proceso de transformación.

¿Conocías este modelo? Es muy sencillo a la vez que impactante. Puede aplicarse al proceso de cambio en cualquier área de nuestra vida. Además es un instrumento válido para entender el cambio a nivel individual y en equipos u organizaciones.

Desde esta perspectiva, habitamos una casa con cuatro estancias, y pasamos de una a otra según el momento en el que nos encontremos. Se trata de un círculo virtuoso destinado a repetirse. Quedarnos «demasiado tiempo» en una de las habitaciones del cambio puede acarrearnos problemas y dificultar el paso hacia la evolución. Aun así, la agilidad con la que conseguimos movernos entre una habitación y la otra depende de cada caso, no hay una regla fija.

Vamos a ver cuáles son las cuatro habitaciones del cambio 😁

Modelo de 4 fases del cambio según el psicólogo Claes Janssen

Las habitaciones del cambio, un modelo del psicólogo Claes F. Janssen

Primera habitación del cambio: la satisfacción

En la primera habitación del cambio encontramos la satisfacción y el bienestar. ¿Quién no desearía tenerlos para siempre? Piensa en qué ámbitos de tu existencia percibes esto. Igual estás muy contenta con tus amistades y tu relación de pareja te llena. Quizás no ocurra lo mismo con tu trabajo. La habitación de la satisfacción es el lugar donde me siento segura y cómoda. Podría visualizarlo como mi sofá mientras disfruto a solas de un libro, una terracita y unas risas en buena compañía, una cena romántica con mi pareja, una mañana de sol. Si fuera alcanzable sentirnos así en todas las áreas de nuestra vida a la vez y de manera sostenible, sería nuestro estado ideal. ¿Quién no quisiera vivir libre de preocupaciones y complicaciones, en una especie de nirvana?

Pero ninguna de las habitaciones del cambio nos permite quedarnos ahí eternamente, con la misma distribución del espacio, los mismos objetos, las mismas personas. Las cosas cambian, las relaciones cambian, nosotros cambiamos. En definitiva, no podemos «dormirnos en los laureles». En la habitación de la satisfacción estás razonablemente bien, pero sabes que podrías hacer algo más y está en tus manos hacerlo.

Seguramente llegaste con mucho entusiasmo y al quedarte más rato empieces a notar las imperfecciones de esa habitación. O llevas ya mucho tiempo sin tocar nada, y a pesar de no sentirte feliz, elegiste conformarte con lo que hay, porque aunque no sea exactamente una zona de confort, al menos es una zona de control: sabes cómo funciona, la conoces de pe a pa.

Sin embargo, lo natural es movernos entre las habitaciones. La vida es cambio y nos empuja hacia adelante. Volveremos a esta habitación tras pasar por todas las demás, y será una habitación diferente, más amplia.

🗝Llave para pasar de la primera a la segunda habitación del cambio.

Pregúntate: ¿es suficiente con lo que tengo? ¿Puedo hacer algo más? ¿Qué me gustaría mejorar?

Segunda habitación del cambio: la negación

La segunda habitación de «la casa del cambio» se llama negación o resistencia.

Adivina qué pasa en esta sala. En psicología se habla de disonancia cognitiva y apuesto a que la has experimentado más de una vez aunque no hayas usado este concepto.

Dos fuerzas opuestas luchan dentro de ti.

Esa primera habitación ya no es tan perfecta. Una parte empieza a rebelarse, a ver todo lo que falta. Redescubres el impulso que te mueve hacia lo que deseas, crees que sí puedes llegar a lugares distintos. «Ya basta, he tenido suficiente. Existen alternativas, quiero salir de aquí, me merezco más». Otra parte, en cambio, te mantiene enganchada a tu situación de partida. «¿Para qué vas a moverte? Tampoco estás tan mal». «Más vale malo conocido que bueno por conocer». «¡Con lo que te costó llegar hasta aquí!».

Se genera cierta tensión o desarmonía interna en tu sistema de ideas, creencias y emociones. Tus pensamientos entran en conflicto, te contradices con tus comportamientos.

🗝Llave para pasar de la segunda a la tercera habitación del cambio.

Pregúntate: ¿Qué tengo que aceptar? ¿Mi vulnerabilidad? ¿Mi necesidad de ayuda?

Tercera habitación del cambio: la confusión

Ya sé que deseo cambiar, lo tengo claro. He hecho las paces conmigo misma y dejo de resistirme: me voy a mover. Lo que me atrapa ahora en la tercera habitación del cambio es la confusión con respecto a cómo hacerlo, hacia dónde avanzar. Es un túnel de inseguridad, insomnio…La incertidumbre me aplasta. No visualizo el camino a seguir. Sé lo que no quiero, pero ¿qué voy a hacer exactamente? Me agoto dándole vueltas al coco.

🗝Llave para pasar de la tercera a la cuarta habitación del cambio.

Pregúntate: ¿Qué tengo que soltar? ¿Qué necesito dejar ir? ¿Mi miedo? ¿Mi orgullo? ¿Una relación? ¿Ciertas opiniones? ¿Mi propia autocrítica?

Cuarta habitación del cambio: la renovación

En la cuarta habitación del cambio por fin doy mis primeros pasos hacia la dirección que he elegido. El cambio se materializa en acciones.

Como una niña que empieza a ponerse de pie, tengo muchas ganas de explorar el territorio, y aunque sé que me caeré, no tengo miedo.

Sé que cometeré errores, asumo que son parte del proceso. No importa si los pasos son cortos y pequeños, lo importante es que sean constantes y orientados hacia mi meta. Dicen que de pequeños nos caemos hasta 200 veces antes de caminar sin apoyos 😵

Que yo sepa, nadie se ha rendido. ¿Por qué en la edad adulta perdemos esa firmeza y valentía y nos desanimamos con mucho menos? Quizás haya que cambiar la estrategia, pero no el objetivo. Quizás haya que contar con una red de «cómplices» profesionales, cuya misión es animarnos y facilitarnos el proceso de cambio gracias a su expertise en coaching, mentoring, consultoría o formación.

🗝Llave para pasar de la cuarta habitación del cambio a la primera (cierre del círculo).

Pregúntate: ¿A qué me comprometo? ¿Cuál será mi primer paso?

Reflexiones sobre las cuatro habitaciones del cambio

¿Cómo llegamos a mudarnos de una habitación a la siguiente? Es evidente que para avanzar necesitamos vislumbrar la puerta y poseer las llaves correctas.

Lo hacemos cuestionando nuestras «antiguas respuestas» y seguridades, dudando de los automatismos que heredamos.

Primero descubrimos que cargamos con una mochila, luego analizamos su contenido y entonces podremos elegir descargarnos de peso, deshaciéndonos de lo que ya no nos sirve. Creamos espacio para lo nuevo.

Pensamientos, emociones, actitudes, comportamientos y resultados están muy vinculados entre sí, en una estrecha relación de interdependencia. Trabajar sobre cualquiera de estos elementos, influirá en el resto. Especialmente si empezamos por los primeros. Antes que nada necesitamos un cambio de mindset. Porque en cuanto me arriesgue a pensar de otra manera, desde otra perspectiva, se abrirá frente a mi otro horizonte, repleto de oportunidades invisibles hasta entonces.

Las preguntas poderosas son la herramienta fundamental para estimular el pensamiento, el eje central de las conversaciones transformadoras.

Si te animas a innovar guiada por una persona experta en procesos de cambio, ya sabes, ¡escríbeme! 🤓

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